Esta edición del tour de cine francés vino a ser una especie de catarsis pequeña en mi alma, ver tus propias sensaciones pasadas y presentes representada por diferentes personajes viviendo tan variadas emociones, es como si tu vida valiera para un guión de pelicula...con sus respectivas adaptaciones.
Quisiera conocer a una Renée Michel con su interesante secreto o a un Kakuru Ozu digno de cambiarte los días.
Una mentira nunca viene sola, siempre se acompaña de una fila de otras mentiras para cubrirla. Los conceptos del bien y mal son tan circunstanciales...gente buena haciendo cosas equivocadas.
¿Que tan real es decir Te Amo despues de 15 años de no ver a una persona? Con esto empezaría otro post punto y aparte... pero no, no tengo una respuesta única, no quiero desgastarme en tenerla y ademas hoy no puedo ser objetiva.
Por otro lado gente no tan buena haciendo cosas buenas, pero solo por un momento. Hay una línea delgada entre el control y el exceso.
¿Es verdad que el amor lo puede todo? O es la estúpidez la que lo puede todo. O un poco de ambas, o ninguna.
Y comprendiendo vidas excéntricas como la de Coco... lo relativo del éxito, la soledad.
Quiero más cine... después de prestar mis sensaciones al guión puedo perderme pensando en el compañero de butaca.
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