Justo en esa semana en que mis pensamientos, mi corazón y mis expectativas revolucionaban de una manera inusual me llega un correo, una respuesta de a uno que yo escribí hace días a quien considero mi mejor amigo de la vida y a quién he visto dos fugaces veces en el último año. Entre sus propias palabras incluyo esto de Borges, solo quiero compartirlo. Gracias
No puedo darte soluciones para todos tus problemas en la vida,
no tengo respuesta para tus dudas o temores.
Pero puedo escucharte y compartirlos contigo.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito apoyarte, estimularte y ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
Pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberias ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
Jorge Luis Borges