viernes, 14 de octubre de 2011

Al perder a Sumire, muchas cosas murieron en mi interior. De la misma forma que desaparecen muchas cosas de la playa cuando se retira la marea. Lo único que me ha quedado es un mundo deforme y vacío. Un mundo frío y tenebroso. Las cosas que surgieron entre Sumire y yo jamás podrán renacer en ese nuevo mundo. Soy consciente de ello.


En la vida de las personas hay una cosa especial que solo puede tenerse en una época especial. Es como una pequeña llama. Las personas precavidas y con suerta la preservan con todo cuidado, la hacen crecer, la llevan como una antorcha que ilumine sus vidas. Pero, una vez se pierde esa llama no puede volver a recuperarse jamás. Yo no solo he perdido a Sumire. Junto a ella tambien he perdido esa preciada llama.


Haruki Murakami
Sputnik, mi amor 

No hay comentarios: