miércoles, 18 de noviembre de 2009

En un momento de cruda emocional

Muchas cosas han consumido mis pensamientos estos días. A veces soy un carrusel emocional pero que no deja de lado la razón. Creo que ese es mi principal problema, que no puedo ser ni 100% emocional ni 100% racional, o al menos inclinarme hacía alguno de los dos, si fuera así al menos seria más predecible o mas ruda o mas cínica, quizá más congruente.


Un acto que realizo con carga emocional lo evalúo con la razón y entonces me encuentro estúpida y fuera de lugar. Lo que realizo racionalmente lo reviso con el corazón en la mano y entonces me encuentro de lo más fría y calculadora. Me considero una mujer de punto medio y hoy ese maldito punto medio me tiene hasta la madre.


Quisiera ser más egoísta de lo que soy, así por lo menos viviría en una burbuja creada por mí. O un poquito más orgullosa para creer que solo yo tengo la razón y no dársela a nadie más. Quizá serviría ser tantito menos flexible o un poco mas sútil. Un poco más sensible para llorar y luego no avergonzarme ni hacerme la fuerte. Y podría servir ser menos amable con quien no lo meree. Hablar más y escuchar menos, moverle al nivel de conciencia y subirle al nivel de tolerancia. Más valiente y menos impulsiva, menos transparente. Requiero un poco de más prudencia, fidelidad y compromiso, me vendría una rayita menos de soberbia espontánea y de irascibilidad. Mas, menos, el signo que sea pero que se incline la balanza.


No que el egoísmo, el orgullo, la flexibilidad, la sutileza, sensibilidad, conciencia y todas esas virtudes y defectos están en un maldito punto medio que hoy no me deja ni regresar ni seguir adelante, que me permite tener tantas opciones que me agobian, que no me deja definir una postura tan simple, aunque sea equivocada. Y a veces me descubro paseando de un lado a otro sin ninguna premeditación.


He dicho.

martes, 3 de noviembre de 2009

Sobre cierta rudeza del alma ...

Hace unos días en una charla de esas reveladoras pero necesarias, me dijeron algo que ni en mis mejores días de chica mala he pensado: Que soy una Mujer Ruda. No logro recordar los argumentos que me dieron, o la definición exacta para ser considerada de tal tipo, solo recuerdo algo así como: -Es que eres muy desprendida, andas en la vida así como si nada. Realmente me sorprendió mucho y me dejo pensando un poco en las consecuencias del camino andado, también recordé que no era la primera vez que me lo decían en este último año. No me considero una mujer ruda...en el fondo creo ser la mas nena de las nenas...aunque ese mismo día me dijeron que no existe eso de "en el fondo", -es lo que es, lo que se ve, y ya. Y es cierto, remataron diciéndome: -Eres transparente ¿que no?

He aquí mi versión sobre la rudeza del alma:

No soy masoquista ni partidaria del sufrimiento…así que huyo de las situaciones que la generan, alguna vez ya me enfrente con cierto tipo de dolor de frente, no le doy la vuelta, pero no suelo quedarme esperando a que alguien me haga sufrir demasiado.

No soy necia…soy persistente y eternamente luchadora pero no necia, eso significa que se reconocer una causa pérdida, quizá me tome mi tiempo para ello pero se reconocerla y salir airosa a tiempo o lo más posible a tiempo.

Odio el drama, así que en cuanto reconozco algo de drama en mis actos trato de resetear mis pensamientos. Soy cero rencorosa, no olvido pero perdono fácil, soy de la idea que el resentimiento mal llevado es a la larga altamente contraproducente.

Tengo un maldito y ya reducido egoísmo mezclado con cierto ego (no estoy orgullosa de eso) producto de mi fecha de nacimiento y que sale a relucir en los momentos más oportunos.

Y sí, si lo anterior resume lo que es una Chica Ruda entonces si lo soy... pero sinceramente no quiero serlo, o no quiero parecerlo, al final todo es parte del show, después de una lucha intensa, me bajo del ring, me quito la máscara y la rudeza desaparece, puedo bajar herida, puedo bajar triunfante, eso no importa, sea lo que suceda me vuelvo a subir al ring al día siguiente, quizá mas débil, quizá mas ruda.

Y si a eso no resume la rudeza por favor vuélvemelo a explicar, con esas palabras que me envuelven y que nublan mis propios pensamientos.